lunes, 30 de abril de 2012


El Ensayo



La Literatura de Ideas.
¿Cómo escribir un ensayo?
Víctor Rosas Arenas


Alfonso Reyes llamó al ensayo el “Centauro de los Géneros”, Eugenio D'Ors lo definió como la “poetización del saber” de una u otra forma está implícito en él la didáctica y la poesía, la charla erudita o las divagaciones críticas, la sapiencia y el humor, la ironía... o el sarcasmo y desde Montaige -su creador- tiene su propia historia, para algunos se remonta a la Grecia antigua.


            Los géneros literarios son los distintos grupos o categorías en que podemos clasificar las obras literarias atendiendo a su contenido y por tanto, se ofrecen al autor como esquema previo a la creación de su obra. Uno de los géneros más originales por su estructura, finalidad y por su propia historia, es el ensayo.

Pero en esencia ¿Qué es el ensayo? En la literatura el ensayo es una composición escrita en prosa por lo general breve, en el cual se expone la interpretación personal sobre un tema. El ensayo varía de acuerdo a su enfoque o contenido. Hay diversas clases de ensayos.

Tipos de Ensayo:
Filosófico, Descriptivo, Expositivo, Científico, Crítico, Poético, Literario, Personal, De fantasía, ingenio o divagación, Doctrinario, Interpretativo, Crónica o memorias, Periodístico.

El Ensayo formal es generalmente crítico, biográfico o histórico.

El Ensayo informal es muy personal, imaginativo.

Características fundamentales: Es uno de los géneros más modernos y más utilizado hoy día. Sus fronteras formales son imprecisas.  Contiene desde reflexiones sobre temas diversos hasta comentarios de experiencias personales u opiniones críticas.

Características: El contenido del ensayo puede ser muy variado. Puede tratar diversos temas. El escritor puede exponer allí varias ideas tales  como: los sentimientos del propio autor, carácter, fantasías, amores, opiniones, reflexiones y puntos de vista sobre el tema

Estructura de un ensayo: Un ensayo trata de la exposición escrita de un tema el cual se desarrolla por párrafos y la organización de estos constituyen la estructura del ensayo. Generalmente consta de tres partes:

1. Introducción: El párrafo que introduce el tema e indica al lector el asunto a tratar se llama párrafo introductorio. Puede comenzar con una pregunta, una reflexión, una historia, una estadística que propicie la discusión del tema y capture el interés del lector. Si el ensayo es extenso puede tener varios párrafos en la introducción.

2. Desarrollo: Los párrafos que desarrollan el tema se llaman párrafos de desarrollo. La mayor parte de un ensayo está escrito en párrafos de esta categoría. Cuando un escritor(a) termina de discutir una idea y va a empezar con otra, frecuentemente utiliza un párrafo corto u oraciones de transición para entrelazar las mismas de forma tal que faciliten la coherencia y unidad de los párrafos.

Los párrafos u oraciones que cumplen con esta función se conocen como párrafos u oraciones de transición o enlace. Este se puede referir a lo que se ha dicho y sugerir lo que se dirá a manera de conexión con otro párrafo de desarrollo.

3. Conclusión: La aportación y opinión final del escritor se presenta en la conclusión. Es el cierre del ensayo, su aportación. Aquí el escrito debe ser preciso, claro, contundente, cerrar en forma brillante, ecuánime creativo e inteligente.

Pasos para escribir un ensayo:

Paso 1: Antes de escribir el ensayo: a) Elige un tema. b) Identifica cuál es el punto de vista que  deseas desarrollar a través del texto. c) Organiza un esquema con la idea principal y las secundarias

Paso 2: Busca datos, citas, información, estadísticas, noticias o cualquier antecedente que apoye o sirva para demostrar la idea central de la argumentación de tu escrito. Identifica y maneja el vocabulario relacionado con el tema que vas a desarrollar.

Paso 3: Comienza a escribir. Organiza tu escrito con libertad, pero sin olvidar una estructura mínima: introducción, desarrollo, conclusión o cierre. Si lo deseas y tu tema lo permite, puedes comenzar con una anécdota, una pregunta o una vivencia personal, o esbozar la hipótesis que deseas confirmar.

Paso 4: Recuerda mantener tu estilo personal, algo que te identifique o le dé un rasgo particular. Utilizar un vocabulario adecuado. Debes tener en cuenta el uso de palabras que estén académicamente aceptadas y que sean respetuosas.

Paso 5: Recurre a los conectores para unir una idea o párrafo con otro. A continuación algunos ejemplos de conectores: a) temporales: (más tarde, al poco tiempo); b) espaciales: (detrás, junto a); c) de ordenación: (a continuación, por último); d) de razonamiento lógico: (por consiguiente, no  obstante, en conclusión), etc.

Paso 6: Revisión. Después de escribir el borrador verifica si:

- Se mantiene un hilo conductor.
- Las ideas expresadas resultan claras e
   interesantes.
- Las ideas expresadas mantienen coherencia y
  secuencia lógica.
- La ortografía, la acentuación y la puntuación
  están correctas.
- Se aprecia tu estilo personal.

Paso 7: Busca la opinión de los padres, hermanos, amigos o maestros. Comparte el ensayo con alguien de confianza que te pueda orientar, para obtener sugerencias. Vuelve a leerlo y decide si estás satisfecho o necesitas hacer cambios.

El ensayo como preámbulo de la creación literaria.

Es recomendable familiarizarse con el  género, el estilo y otros aspectos del ensayo. Por lo tanto, una buena estrategia es seleccionar un ensayista y sus escritos o un ensayo que sirva como modelo. Te sugiero algunos grandes ensayistas como: Montaigne (Nada menos y nada más que el creador del ensayo allá en el siglo XVI); Voltaire; Mostesquieu; J. J. Rousseau; Arnold Toynbee; Benedetto Croce; Raymond Aron; André Gide; Francois Mauriac; José Enrique Rodó; Ortega y Gasset; José Vasconcelos; Alfonso Reyes; José Carlos Mariátegui; Ezequiel Martínez Estrada; Jorge Luis Borges;  Gabriel Zaid; Carlos Monsiváis; Enrique Krauze;   Carlos Fuentes; Octavio Paz.

Lee el siguiente ensayo y observa la actitud del autor con respecto al tema que se trata.


Siempre me descubro  reverente al  paso  de  las mujeres elefantas, maternales, castísimas, perfectas. Sé del sortilegio de las mujeres reptiles -los labios fríos, los ojos zarcos- que nos miran sin curiosidad ni comprensión, desde otra especie zoológica.

Convulso, no recuerdo si de espanto o atracción, he conocido un raro ejemplar de mujeres tarántulas. Por misteriosa adivinación de su verdadera naturaleza vestía siempre de terciopelo negro. Tenía las pestañas largas y pesadas, y sus brillos de bestezuela candida me miraban con simpatía casi humana.

Las mujeres asnas son la perdición de los hombres superiores. Y los cenobitas secretamente piden que el diablo no revista tan terrible apariencia en la hora mortecina de las tentaciones.

Y tú; a quien las acompasadas dichas del matrimonio han metamorfoseado en lucia vaca que rumia deberes y faenas; y que miras con tus grandes ojos el amanerado paisaje donde paces; cesa de mugir amenazadora al incauto que se acerca a tu vida, no como el tábano de la fábula antigua; sino llevado por veleidades de naturalista curioso.
Julio Torri.

Según José Luis Martínez, Cronista de la Ciudad de México y autor del libro El ensayo Mexicano Moderno, amplía los rasgos peculiares del ensayo así:

1)   Falta voluntaria de profundidad en el examen de los asuntos; método caprichoso y divagante, y preferencia por los aspectos inusitados de las cosas -según Montaigne-.
2)   Exposición discursiva, en prosa, de extensión muy variable.
3)   Es   un   producto   típico   de   la   mentalidad individual del Renacimiento que determina "un múltiple conocimiento de lo individual en todos sus matices y gradaciones".
4)   La expresión más concisa y exacta que corre a propósito del ensayo es el de "literatura de ideas”.