El Ensayo
La Literatura de Ideas.
¿Cómo escribir un ensayo?
Víctor Rosas Arenas
Alfonso Reyes llamó al ensayo el “Centauro
de los Géneros”, Eugenio D'Ors lo definió como la “poetización del saber” de
una u otra forma está implícito en él la didáctica y la poesía, la charla
erudita o las divagaciones críticas, la sapiencia y el humor, la ironía... o el
sarcasmo y desde Montaige -su creador- tiene su propia historia, para algunos se
remonta a la Grecia antigua.
Los géneros literarios son los distintos
grupos o categorías en que podemos clasificar las obras literarias atendiendo a
su contenido y por tanto, se ofrecen al autor como esquema previo a la creación
de su obra. Uno de los géneros más originales por su estructura, finalidad y
por su propia historia, es el ensayo.
Pero en esencia
¿Qué es el ensayo? En la literatura el ensayo es una composición escrita en
prosa por lo general breve, en el cual se expone la interpretación personal
sobre un tema. El ensayo varía de acuerdo a su enfoque o contenido. Hay
diversas clases de ensayos.
Tipos de Ensayo:
Filosófico, Descriptivo, Expositivo, Científico, Crítico,
Poético, Literario, Personal, De fantasía, ingenio o divagación, Doctrinario, Interpretativo,
Crónica o memorias, Periodístico.
El Ensayo formal es generalmente crítico, biográfico o
histórico.
El Ensayo informal es muy personal, imaginativo.
Características
fundamentales: Es uno de
los géneros más modernos y más utilizado hoy día. Sus fronteras formales son
imprecisas. Contiene desde reflexiones
sobre temas diversos hasta comentarios de experiencias personales u opiniones
críticas.
Características: El contenido del ensayo puede ser muy
variado. Puede tratar diversos temas. El escritor puede exponer allí varias ideas
tales como: los sentimientos del propio
autor, carácter, fantasías, amores, opiniones, reflexiones y puntos de vista
sobre el tema
Estructura de un ensayo: Un ensayo trata de la exposición escrita
de un tema el cual se desarrolla por párrafos y la organización de estos
constituyen la estructura del ensayo. Generalmente consta de tres partes:
1. Introducción: El párrafo que introduce el tema e
indica al lector el asunto a tratar se llama párrafo introductorio. Puede
comenzar con una pregunta, una reflexión, una historia, una estadística que
propicie la discusión del tema y capture el interés del lector. Si el
ensayo es extenso puede tener varios párrafos en la introducción.
2. Desarrollo: Los párrafos que desarrollan el tema se llaman
párrafos de desarrollo. La mayor parte de un ensayo está escrito en párrafos de
esta categoría. Cuando un escritor(a) termina de discutir una idea y va a
empezar con otra, frecuentemente utiliza un párrafo corto u oraciones de
transición para entrelazar las mismas de forma tal que faciliten la coherencia
y unidad de los párrafos.
Los párrafos u oraciones que cumplen con esta función se
conocen como párrafos u oraciones de transición o enlace. Este se puede referir
a lo que se ha dicho y sugerir lo que se dirá a manera de conexión con otro
párrafo de desarrollo.
3. Conclusión: La aportación y opinión final del
escritor se presenta en la conclusión. Es el cierre del ensayo, su
aportación. Aquí el escrito debe ser preciso, claro, contundente, cerrar en forma
brillante, ecuánime creativo e inteligente.
Pasos para escribir un
ensayo:
Paso 1: Antes de escribir el ensayo: a) Elige
un tema. b) Identifica cuál es el punto de vista que deseas desarrollar a través del texto. c) Organiza
un esquema con la idea principal y las secundarias
Paso 2: Busca datos, citas, información,
estadísticas, noticias o cualquier antecedente que apoye o sirva para demostrar
la idea central de la argumentación de tu escrito. Identifica y maneja el vocabulario
relacionado con el tema que vas a desarrollar.
Paso 3: Comienza a escribir. Organiza tu escrito
con libertad, pero sin olvidar una estructura mínima: introducción, desarrollo,
conclusión o cierre. Si lo deseas y tu tema lo permite, puedes comenzar con una
anécdota, una pregunta o una vivencia personal, o esbozar la hipótesis que
deseas confirmar.
Paso 4: Recuerda mantener tu estilo personal,
algo que te identifique o le dé un rasgo particular. Utilizar un vocabulario
adecuado. Debes tener en cuenta el uso de palabras que estén académicamente
aceptadas y que sean respetuosas.
Paso 5: Recurre a los conectores para unir una idea o párrafo con otro. A continuación
algunos ejemplos de conectores: a) temporales:
(más tarde, al poco tiempo); b) espaciales:
(detrás, junto a); c) de ordenación:
(a continuación, por último); d) de
razonamiento lógico: (por consiguiente, no obstante, en conclusión), etc.
Paso 6: Revisión.
Después de escribir el borrador verifica si:
- Se mantiene un hilo conductor.
- Las ideas expresadas resultan claras e
interesantes.
- Las ideas expresadas mantienen coherencia y
secuencia lógica.
- La ortografía, la acentuación y la puntuación
están correctas.
- Se aprecia tu estilo personal.
Paso 7: Busca la opinión de los padres,
hermanos, amigos o maestros. Comparte el ensayo con alguien de confianza que te
pueda orientar, para obtener sugerencias. Vuelve a leerlo y decide si estás satisfecho o necesitas hacer cambios.
El ensayo como preámbulo de
la creación literaria.
Es recomendable familiarizarse con el género, el estilo y otros aspectos del ensayo.
Por lo tanto, una buena estrategia es seleccionar un ensayista y sus escritos o
un ensayo que sirva como modelo. Te sugiero algunos grandes ensayistas como:
Montaigne (Nada menos y nada más que el creador del ensayo allá en el siglo
XVI); Voltaire; Mostesquieu; J. J. Rousseau; Arnold
Toynbee; Benedetto Croce; Raymond Aron; André Gide; Francois Mauriac; José
Enrique Rodó; Ortega y Gasset; José Vasconcelos; Alfonso Reyes; José Carlos
Mariátegui; Ezequiel Martínez Estrada; Jorge Luis Borges; Gabriel Zaid; Carlos Monsiváis; Enrique
Krauze; Carlos Fuentes; Octavio Paz.
Lee el siguiente ensayo y observa la actitud del autor
con respecto al tema que se trata.
Siempre me descubro reverente al
paso de las mujeres elefantas, maternales,
castísimas, perfectas. Sé del sortilegio de las mujeres reptiles -los labios
fríos, los ojos zarcos- que nos miran sin curiosidad ni comprensión, desde otra
especie zoológica.
Convulso, no recuerdo si de
espanto o atracción, he conocido un raro ejemplar de mujeres tarántulas. Por
misteriosa adivinación de su verdadera naturaleza vestía siempre de terciopelo
negro. Tenía las pestañas largas y pesadas, y sus brillos de bestezuela candida
me miraban con simpatía casi humana.
Las mujeres asnas son la
perdición de los hombres superiores. Y los cenobitas secretamente piden que el
diablo no revista tan terrible apariencia en la hora mortecina de las
tentaciones.
Y tú; a quien las
acompasadas dichas del matrimonio han metamorfoseado en lucia vaca que rumia
deberes y faenas; y que miras con tus grandes ojos el amanerado paisaje donde
paces; cesa de mugir amenazadora al incauto que se acerca a tu vida, no como el
tábano de la fábula antigua; sino llevado por veleidades de naturalista
curioso.
Julio Torri.
Según José Luis Martínez, Cronista de la Ciudad de México y autor
del libro El ensayo Mexicano Moderno, amplía los rasgos peculiares del ensayo
así:
1) Falta voluntaria de
profundidad en el examen de los asuntos; método caprichoso y divagante, y
preferencia por los aspectos inusitados de las cosas -según Montaigne-.
2) Exposición discursiva,
en prosa, de extensión muy variable.
3) Es un
producto típico de
la mentalidad individual del
Renacimiento que determina "un múltiple conocimiento de lo individual en
todos sus matices y gradaciones".
4)
La expresión más concisa y exacta que corre a propósito del ensayo es el
de "literatura de ideas”.