sábado, 30 de junio de 2012


El Libro Más Antiguo del Mundo.




Siempre se ha preguntado cuál es el libro más antiguo del mundo y la respuesta puede ser evasiva, ya que, 
¿qué es lo que entendemos por libro? 
También se puede referir a manuscritos, códices, textos o los catalogados como incunables. Los temas también pueden ser variados: religiosos, sapienciales, esotéricos. 
He aquí una pequeña muestra de algunos muy antiguos.


Víctor Rosas Arenas


                    Según algunos especialistas del tema, el libro impreso más antiguo que se conoce es el Sutra del Diamante, un libro chino, que se ubica en el año 868, hace 1138 años. Y la historia que tiene detrás, el hallazgo de este primer ejemplar del que se tiene noticia es interesante.

                    La historia comienza en un lugar perdido en medio del desierto del Gobi, a cuatro días de camello de Dunhuang, una población del Norte de China donde confluían los caminos norte y sur de la Ruta de la Seda (8000 km de nada para conectar todo el Sur del continente asiático). Ese lugar se ha llamado de varias formas: las Grutas de los Diez Mil Budas, las grutas de Mogao... Es un gran complejo de santuarios excavados en un cortado rocoso, y fue un lugar estratégico donde los viajeros invocaban protección ante el incierto futuro que suponía internarse en el desierto de Taklamakan o, para los que hacían la ruta de Oeste a Este, para agradecer el regalo de haber sobrevivido.



Las Estancias Del Dzyan 

                               Las Estancias del Dzyan está declarado por muchos como el libro más antiguo del mundo, debido al año en que fue encontrado y descrito por su material que data de eras en las que el ser humano ni siquiera aparecía en la tierra. Se cree que proviene del espacio o que fue forjado por seres mitológicos (dioses o divinidades).  

                    La primera persona que tuvo el libro en sus manos fue Madame Blavatsky (H.P. Blavatsky) cuyo suceso la inspiró a escribir obras relacionadas con el mismo, cabe destacar "La Doctrina Secreta", su principal obra dividida en varios tomos ahora ocultos en bibliotecas de monasterios. Pero se cree que Blavatsky no tuvo en sus manos la versión original de Las Estancias Del Dzyan, sino de una réplica hecha para esconder la verdadera, en manos de una entidad desconocida hasta hoy. 


                    La Estancias Del Dzyan es el único libro del  mundo del cual hay relativamente muy poca o casi nada de información en internet y los medios en general. (Se promociona y vende en internet un libro llamado Las Estancias Del Dzyan, sin embargo se titula en realidad así a la obra escrita por H.P. Blavatsky, relacionada con el mismo libro). 




Las Máximas de Ptahhotep, Enseñanzas de Ptahhotep o Instrucciones de Ptahhotep 


                    En este libro se forma una colección de proverbios morales escritos por un administrador egipcio durante la quinta dinastía. Forman parte de los textos de la sabiduría, obras filosóficas que fueron los primeros textos seculares de la literatura del Antiguo Egipto. Tienen la forma de consejos e instrucciones de un padre a su hijo, y las copias más antiguas que se conocen son de finales del primer periodo intermedio. Una copia, el Papiro Prisse, está guardada en el Louvre. 

                    Ptahhotep era visir de Dyedkara-Isesi y sus consejos fueron recopilados por su nieto, Ptahhotep Tshefi, usando la escritura hierática. La obra comienza con una breve introducción de Ptahhotep Tshefi adjudicando la autoría a su abuelo, y luego sigue con las palabras de éste, que explica que ha dedicado su vida a alcanzar la sabiduría, pero añade que nunca se llega al pleno conocimiento:

"No te vanaglories de tu conocimiento, ni te enorgullezcas porque eres un sabio. Toma consejo del ignorante del mismo modo que del sabio, pues no se han alcanzado los límites del arte, ni existe un artesano que haya adquirido su perfección".

                   Entre muchos consejos sobre cómo comportarse, Ptahhotep explica que para que el hombre sea justo debe ser capaz de controlarse, tanto ante los superiores como con los inferiores en rango. Y da consejos sobre cómo tratar ante camorristas o calumniadores:

"Observa la verdad y no la traspases, que no se revele el desahogo del corazón. No calumnies a ninguna gente grande o pequeño. Es lo que abomina el ka".

                      Da a entender que quien alcanza el conocimiento lo hace gracias a la energía de su ka, y conmina a su hijo a obedecer a sus superiores para alcanzar la prosperidad y vida en el otro mundo, ya que el ka de cada hombre depende del ka del faraón.

"Inclina tu espalda a tu superior y a tu supervisor de la casa real, tu casa permanecerá con sus bienes y tu recompensa estará en su lugar. Es un miserable el hombre que se enfrenta a un superior".

Acaba dando las gracias al faraón por haberle concedido una larga vida (afirma tener 110 años), según él por haber cumplido todas esas máximas, que explica a su hijo y pide que trasmita a sus sucesores.




Algunas máximas de Ptahhotep:

                    Enseña a tu dis­cí­pulo la pala­bra de la tra­di­cion (…) pues no existe sabi­du­ría de nacimiento. Eh aquí algunas máximas de dicho libro:

Máxima 3
"Si encuen­tras a un dis­cu­ti­dor en acción, tu igual, el que está a tu lado, actúa de suerte que tu supe­rio­ri­dad sobre él se mani­fieste por el silen­cio, mien­tras que él habla mal. Quie­nes lo escu­chan pen­sa­rán muy mal de él mien­tras que tu renom­bre será per­fecto en el espí­ritu de los grandes".
Máxima 4
"Si encuen­tras a un dis­cu­ti­dor en acción, un hom­bre de poco que cier­ta­mente no es tu igual, que tu cora­zón no sea agre­sivo con­tra él a causa de su debi­li­dad. Ponlo en tie­rra y se cas­ti­gará él mismo. No le res­pon­das para ali­viar tu cora­zón. No laves tu cora­zón a causa de quien se opone a ti. Mise­ra­ble el que hace mal a un hom­bre de poco… pues le gol­pea­rás para des­apro­ba­ción de los grandes".

Máxima 6
"No te entre­gues a la maqui­na­ción con­tra la espe­cie humana".
Máxima 8
"No hables en con­tra de nadie, grande o pequeño: es la abo­mi­na­ción de la ka". (ener­gía creadora)
Máxima 17
"Quien se encuen­tra abru­mado por la injus­ti­cia desea que su cora­zón sea lavado, más incluso que la rea­li­za­ción de aque­llo por lo que ha venido".
Máxima 24
"Sé silen­cioso, eso es más útil que la jac­tan­cia. Habla tan sólo cuando sepas que apor­ta­rás una solución".
Máxima 25
"Si eres pode­roso, actúa de forma que se te res­pete en fun­ción del cono­ci­miento y de la calma del len­guaje. No des órde­nes más que cuando las cir­cuns­tan­cias lo exi­jan. Quien pro­voca a otro de manera beli­cosa, se implica en una mala acción. No seas vani­doso y no serás reba­jado. No seas silen­cioso, pero guár­date de abu­sar y de res­pon­der a una pala­bra agre­siva con ardor. Vuelve tu ros­tro, contrólate".

Máxima 29
"Si eres indul­gente a pro­pó­sito de un asunto que se ha pro­du­cido, en este caso no favo­rez­cas a un hom­bre sino a causa de su rec­ti­tud, pasa sobre la anti­gua falta, no te acuer­des de ella".
Máxima 38
"Si el buen ejem­plo es dado por un jefe, será efi­caz para la eternidad".


Algunas de estas máximas recuerdan mu­chas ideas de Confucio.

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